Son puentes que construyes
sin importar distancias;
son lazos que se crean,
son canto de esperanza.
Pero también puñales,
que en el pecho se clavan,
hiriéndonos profundo,
matándonos el alma.
Palabras que se dicen
sin pensar a quien hieren
y en un solo segundo
destruyen esos puentes.
Si rompes, del silencio,
la magia que lo envuelve,
que sea con palabras
que no me den la muerte.
Las palabras pueden hacer más daño que una bala en el corazón. (Juan Mayorga).
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